Saludando el despliegue, esfuerzo y entrega de todos aquellos estudiantes que aun teniendo necesidades económicas, deberes con su familia, etc., deciden sumar al proceso de unidad y democratización de su Federación de Estudiantes del Perú, en el contexto de la agudización y aumento de la represión a las organizaciones estudiantiles y populares mediante su criminalización, la segunda gran crisis del sistema económico y el golpe a nuestras comunidades nativas de la selva, la presente agrupación estudiantil desde su espacio natural, la Universidad Nacional Agraria La Molina, manifiesta su modesta apreciación sobre el presente proceso de unificación del movimiento estudiantil peruano.

Por una parte que el movimiento estudiantil peruano se encuentra divido, más que por rencillas internas, por el golpe que sufrió en los noventa al ser parte del movimiento popular. Resultando de ello un similar efecto de decapitación y desmembramiento a nivel nacional.

Cambiadas radicalmente las condiciones de fines de los ochenta al presente, es natural que nuestras dirigencias aun no puedan encontrar la “fórmula” que afiance el frente único. Por ello, urge que desde todos los espacios se sume constructivamente y se entienda de una vez por todas que las divergencias en el seno del pueblo no se superan con división sino con persuasión.

Teniendo claro ello, desde hace cinco años desde Lima se ha corregido la actitud que primaba de no participar de los espacios de la FEP, confundiendo la crítica a la FEP con la crítica JDN de la FEP, que es pues de todos. ¿Cómo se plasmó ello más allá del discurso? Pues incluyendo en la Coordinadora Interuniversitaria de Estudiantes de Lima a la JDN de la FEP. A pesar de las críticas se dio un gran paso…

Pero así como se procuró en los hechos la unidad con la FEP, también se procuró con los espacios que en definitiva no querían saber nada de ella. Por ello, hemos estado desde Lima, Huancayo, Cajamarca, etc., así como en Huancavelica donde lamentablemente un sector del movimiento estudiantil planteó erróneamente la división, fuimos expulsados pero esos son los costos.

La semana pasada, sumado al informe del representante de los CCFFs de la UNASAM, nos mostró claramente hacia donde pueden llevar las actitudes infantiles y sectarias. No podía ser de otro modo porque mientras que la masa clama por unidad, otros plantearon, de fondo, la división. Desde Lima hemos sido críticos hacia estas desviaciones y por ello se nos tildó de elementos de Patria Roja para luego expulsarnos de sus espacios. Huaraz es la prueba de que ello no dará frutos, pero también es la prueba de que existen bases orgánicamente constituidas que mueven incorrectamente estas posiciones ¿Cómo podremos solucionar este problema? ¿Negándoles el diálogo, criticándoles destructivamente, cerrando un cascarón hacia ellos? No, también cabe la persuasión.

Pero así como hemos criticado a estos sectores infantilistas y sectarios, también tenemos que decir que desde el sector que desde hace más de 25 años tiene el control de la FEP se están dando el mismo tipo de actitudes. Es así que en vez de dialogar, se consolida la polarización tildando inclusive a estos sectores infantilistas de elementos de SL.

Debemos ser críticos con este sector porque al igual que el sector pro CONARE FEP, tienen efectos divisionistas. Ello lo hemos criticado desde Huancayo pero lamentablemente nuestra apreciación no ha sido tomada en cuenta. Por ello tampoco debe sorprendernos que una parte del sector que subió al actual presidente de la FEP ahora quiera liquidarlo y aislarlo por haberse atrevido a iniciar un tímido proceso de democratización.

Entonces, ahora estamos a puertas de un evento que la Federación de Universitarios de Cusco viene programando, el Congreso de Estudiantes Universitarios y nuevamente escuchamos voces de repulsión hacia ello. ¿Trae este evento la misma intención que el CONARE FEP? Pensemos pues.

La FEP es base de la OCLAE. La reconoce y recoge experiencias sobresalientes. Es así que nuestros dirigentes fueron testigos de su último congreso en Ecuador donde existe, como en Perú, una Federación de estudiantes pero, también, una de Estudiantes Universitarios. Orgánicamente articulan y se subordinan los últimos a las políticas del ente general. ¿Si este es un ejemplo productivo que no divide sino más bien potencia el desarrollo particular de cada espacio (estudiantes escolares, de institutos y universitarios), por qué en el seno de la FEP no puede desarrollarse una Federación universitaria similar al gran ejemplo ecuatoriano? ¿Por qué se insiste en tildarla de divisionista cuando no es similar al CONARE-FEP? ¿A qué se le teme?

Repetimos: estamos en contra de la actitudes sectarias del CONARE-FEP tanto como las del sector que critica ciega y destructivamente a estos espacios consiguiendo el mismo efecto divisionista.

No podemos seguir por el mismo camino: unas federaciones por aquí y otras por allá. No podemos seguir con las mismas practicas sectarias y divisionistas, no podemos seguir con aceptar a los dirigentes que se cambian de universidades para seguir siendo estudiantes y puedan perpetuarse en la FEP, de esos ejemplos ya tenemos de sobra, sabemos quienes son, como sabemos también que hoy nuevamente un estudiante de la JDN está por copiar tal practica aparatera.

Simple y llanamente: todo eso tenemos que corregirlo, pero en el seno del pueblo.

¡No a los sectarismos de ambos extremos!
¡Por la democratización y reestructuración de la FEP desde sus bases!

Julio de 2009

Pascual Saco Lanfranco
Nódulo de Estudios Universitarios y de Realidad Agraria de la
Universidad Nacional Agraria La Molina

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